Y POR FIN LLEGÓ EL GRAN DÍA, ¡LA VISITA A LA GRANJA!
VAMOS DE PASEO, PI, PI, PI, EN UN AUTO... EN UN ¡AUTOCAR!
MUY CONTENTOS
Y CON MUCHA ILUSIÓN
Y, DESPUÉS DE UN BUEN ATASCO, LLEGAMOS A LA GRANJA.
ALLÍ ORDEÑAMOS UNA CABRA
HICIMOS GALLETAS
Y LLEGÓ LA HORA DE LA COMIDA...
DESPUÉS A VER LAS CABRAS. A ALGUNOS NOS DABA UN POQUITO DE MIEDO.
AUNQUE A OTROS NADA DE NADA
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